Partiendo del concepto actual de Salud, los fisioterapeutas actuamos desde tres niveles: primario (prevención, educación y habilitación), secundario (curación de procesos) y terciario (tratamiento de recuperación funcional en patologías y procesos ya instaurados y crónicos). La Fisioterapia es una disciplina de la Salud que ofrece una alternativa terapéutica no farmacológica que, en muchos casos, ayuda a paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.
Frecuentemente se relaciona la Fisioterapia o a los Fisioterapeutas con el masaje, pero nuestro arsenal de técnicas terapéuticas es mucho más amplio:
Especialidad de la fisioterapia que se define como el arte y la ciencia del tratamiento mediante agentes físicos de la patología traumática.
Dentro de ella, podemos citar: fractura ósea, luxación, politraumatismos, esguince, patología traumática muscular, etc.
Para el abordaje, las fisioterapeutas desarrollamos, a partir del diagnóstico médico, una valoración detallada del paciente y un protocolo de acción terapéutica encaminado principalmente a:
Alivio del dolor.
Reducción de la inflamación.
Recuperación de la movilidad.
Recuperación funcional del paciente.
Para ello utilizamos técnicas de masoterapia, kinesioterapia, FNP (Estiramientos Analíticos en Fisioterapia), y todas cuantas derivadas de los agentes físicos consideremos oportuno realizar.
Es una rama de la Fisioterapia dirigida al tratamiento manual de los desórdenes más comunes que afectan al aparato locomotor como consecuencia de diferentes tipos de traumatismos (fracturas, esguinces, torceduras, golpes, etc,) que producen dolorosas cicatrices internas o externas limitando el movimiento y produciendo dolor. Aborda también los cambios relacionados con el proceso reumático, artrítico o artrósico que afecta el funcionamiento de la columna vertebral, las rodillas, los hombros y otras articulaciones del cuerpo.
Entre el largo listado de las aplicaciones clínicas destacan por su efectividad los tratamientos de:
Algias vertebrales (lumbalgias, lumbociáticas, cervicalgias y dorsalgias).
Disfunciones de origen tendinoso: túnel del carpo, codo de tenista, codo de golfista, síndrome de De Quervain, tendinitis bicipital, tendinitis del manguito de los rotadores, pata de ganso, cintilla iliotibial y otros.
Hombro doloroso.
Fibromialgia: el tratamiento miofascial es un medio muy eficiente en el proceso de recuperación funcional de pacientes con síndrome fibromiálgico. Permite mejorar la función, disminuye la rigidez matutino, ayuda a combatir el dolor.
Tratamientos de recuperación postquirúrgica.
Cefaleas de origen mecánico.
Fascitis plantar.
Cicatrices postraumáticas y postquirúrgicas.
Síndrome de salida torácica.
Disfunciones de la ATM.
Síndrome post-latigazo cervical (Whiplash)
El drenaje linfático manual es una técnica de masoterapia que se engloba en el campo de la fisioterapia.
Son una serie de maniobras manuales muy suaves que, basadas en un profundo estudio de la anatomía y fisiología del sistema linfático, se realizan con el fin de drenar o desplazar la linfa que por cualquier causa patológica se encuentra estancada. Esta linfa, se conduce hacia territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso.
La fibrólisis instrumental miofascial es un método de tratamiento para los dolores mecánicos del aparato locomotor. Con ella conseguimos la destrucción de adherencias del tejido muscular mediante un gancho aplicado sobre la piel.
El vendaje neuromuscular es una venda elástica terapéutica usada para una variedad de trastornos, especialmente lesiones relacionadas con el deporte. Sus efectos son:
apoyar a los músculos y articulaciones lesionadas
calmar el dolor
incrementar el flujo linfático y sanguíneo en la zona lesionada
Esta venda se usa en terapia para relajar los músculos tras un ejercicio intenso o en la rehabilitación para ayudar a los músculos debilitados. El patrón de onda (dibujo) encontrado en la venda adhesiva tiene un efecto de levantamiento de la piel que puede reducir la hinchazón e inflamación mejorando la circulación y reduciendo el dolor al presionar sobre los nociceptores sobreestimulados. Las propiedades elásticas pueden ser utilizadas de una forma mecánica para limitar o fomentar un movimiento específico de una articulación.
Es una disciplina terapéutica y un conjunto de conocimientos específicos basados en la anatomía y fisiología del cuerpo humano, en el conocimiento de cómo intervienen los diferentes tejidos en la producción de la enfermedad y en la aplicación de técnicas de normalización de las funciones alteradas.
La Osteopatía funciona, por tanto, respetando y facilitando la autorregulación del organismo en cualquier patología (en los tejidos corporales musculoesqueléticos, nerviosos, viscerales, circulatorios etc) y no tanto en hacerlo dependiente de soluciones puramente externa o pasivas, como es la utilización, a veces excesiva, de medicamentos. Lo hace con la aplicación de técnicas manuales dirigidas a los tejidos identificados como patológicos en el diagnóstico funcional osteopático.
Se da una clasificación de técnicas en varios grandes grupos, según sobre qué tejidos actúe. Así, hablamos de:
OSTEOPATIA ESTRUCTURAL
o dirigida al sistema musculoesquelético, donde aplicamos diversas técnicas adaptadas a cada disfunción, a cada tejido, a cada paciente, dándose durante la sesión de tratamiento un continuo análisis y un continuo decidir del Osteópata sobre qué técnica aplicar.
OSTEOPATIA VISCERAL
orientada a actuar sobre los tejidos que participan en las funciones de las vísceras. Todos los tejidos que aseguran el funcionamiento orgánico, deben estar libres en su paso anatómico, lo que no siempre ocurre y que puede ser debido a adherencias, tracciones miofasciales que dificultan la normal movilidad de las vísceras. Las técnicas manuales viscerales ayudan a liberar interrupciones en el flujo de movilidad, lo que ofrece al organismo una base funcional más útil, productiva y saludable.
OSTEOPATIA CRANEAL Y TERAPIA CRANEOSACRA
que actuando también mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra a través de las membranas meníngeas y del líquido cefalorraquídeo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos, desequilibrios musculares, etc… pueden provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso, trastornos digestivos, respiratorios, vasculares etc.
Es una técnica desarrollada por el fisioterapeuta neozelandés Brian Mulligan desde los años 1970. Mulligan adoptó las técnicas de movilización que ya existían y les dotó de un nuevo enfoque: introducir movimiento activo por parte del paciente mientras el fisioterapeuta realiza la técnica. Ésta, además, se lleva a cabo de una manera funcional es decir, de pie o sentado, que son las posiciones en las que se provocan la mayoría de las lesiones.
La PNI clínica registra cuidadosamente las diversas interacciones para poder llegar a una visión integral de la salud humana, sobre cuya base puedan formularse estrategias terapéuticas que vayan más allá de la lucha contra los síntomas y aborden el problema de raíz. Con esta visión total la PNI clínica forma un complemento indispensable para la atención primaria.
Constituye una ciencia práctica que ofrece un amplio abanico de posibilidades de tratamiento para muchas dolencias contemporáneas como la obesidad, el síndrome de fatiga crónica, el síndrome de colon irritable, la depresión y muchas otras.
Entre los pilares de esta terapia pueden citarse:
la alimentación, en todas sus formas.
el ejercicio
las intervenciones psicosociales
la epigenética: es el estudio de todos aquellos factores no genéticos que intervienen en el desarrollo de cada persona (alimentación, sedentarismo, ejercicio, habilidades sociales...)
la resoleómica (resolución del problema)
deep learning: El aprendizaje profundo o deep learning es un proceso de aprendizaje que el terapeuta busca generar en el paciente para poner en marcha una modificación de conducta deseada. El objetivo general es que el paciente pase a disponer de una actitud activa orientada a la solución de los problemas y de unas expectativas de futuro adecuadamente positivas en medio de su problemática de salud.
Dentro de la PNIc la comprensión y el conocimiento integrado de la alimentación, la inmunología, la endocrinología, la neurología, la psicología, la sociología y la patología en el presente y en el pasado crean posibilidades de favorecer lo máximo posible la salud y reducir la carga patológica.